Culo inquieto

Ya han pasado dos años desde que llegamos a California tras un paréntesis de otro año viviendo y trabajando en Madrid. El blog sigue su curso, esta vez más centrado en este "life'changing event" que nos está pasando. Y como siempre (o casi)el blog sigue llegando...¡¡¡EN ESPAÑOL!!! Sumamos y seguimos, y añadimos un nuevo miembro a nuestra familia: Sarita Do-Fernández.

domingo, 26 de agosto de 2007

El Saber...Para poder llegar a los 1000 euros























Y yo me pregunto, ¿ahora estamos mejor que antes? Triste, pero parece que cierto. Esto es lo que aparecía hoy en El País



"El fenómeno de los mileuristas afecta a la generación mejor preparada de la historia de España. Los datos muestran que los titulados superiores españoles están a la cola de los sueldos en la Unión Europea, sólo por delante de los checos. Recientes estudios dicen que la diferencia de salarios cada vez es menor -aunque aún haya bastante- entre los titulados universitarios y los que sólo completan la enseñanza obligatoria".

sábado, 25 de agosto de 2007

Primera semana con los enanos: superada

Ahí queda la primera semana del curso 07-08. Tanto Vinh como yo estamos menos cansados que otros años, y sobre todo y más importante, más ilusionados. Vinh tiene niños de 4º y yo de 2º. Es el primer año que tengo niños asiáticos, mezclados esta vez con hispanos (es la norma aquí) e incluso con el hijo de una profe de mi cole que también da clase en 2º.


A estas primeras semanas por aquí las llaman "The Honeymoon Period" (la luna de miel), así que todos parecen bastante comedidos y monos... Todos menos uno, uno que ya me lleva de cabeza; uno que se escapa de clase, del colegio, de la oficina del director, de casa... uno que pega a la madre, puñetazos en la tripa a su profesora embarazada de infantil (5 años)... Pero así es, y no hay nada que se pueda cambiar en la situación, salvo el comportamiento del niño con esfuerzo y suerte, mucha suerte, porque como a todos, hay cosas que a mí se me escapan de las manos.

Aquí una pequeña foto de mi clase para ir abriendo boca. Espero que dentro de unos meses me siga encontrando tan agusto y feliz en ella como lo hago estos días.

Arranca La Liga... Con Gol de Raúl

Arranca La Liga de las estrellas con gol del 7 y público encarado al palco del Bernabéu. Al final nos quedamos sin verlo porque Gol Tv ha tenido problemas con España, donde lo están televisando pero en "pay per view". Nos esperan muchos sábados y domingos frente al ordenador o la tele. Hoy nos toca seguirlo de la mano de Manolo Lama, y el del Sevilla-Getafe de la unos argentinos.
A ver si este año nos toca sufrir menos que el pasado. Con la millonada que se han gastado, así debiera ser...

lunes, 6 de agosto de 2007

¡Shhhhh!


A veces Vinh calla, más de lo normal, quiero decir. No sé qué guardan sus silencios. Creo que normalmente acabo descifrándolos, pero eso implica ganas y buen hacer. Hoy no tengo ni lo uno ni lo otro, y creo que este silencio me gana la batalla, y Vinh se llevará a la tumba lo que hoy no me cuenta. No sé, quizá no. El caso es que… “lo que no se dice, se queda sin decir”, no sé si para bien o para mal.

Reflexiones en vuelo – a caballo entre el miércoles 27 y el jueves 28 de junio




1. Primer tramo: superado

Después de colas interminables para facturar, retrasos, una posibilidad no muy remota de tener que perder la conexión, hacer noche en Chicago, turbulencias, y estar aparcados en pista de despegue una hora esperando a que pasara un tormenta ya he saboreado la primera Mahon de la temporada y volamos por los aires quien sabe dónde en este preciso momento. Rodeada de familia política vietnamita, compatriotas españoles, turistas de todas partes y de los restos de mi primera comida “española” el sueño empieza a hacer mella. Voy a intentar sacudirme este entusiasmo que me envuelve, las imágenes de los recovecos de mi casa que me impiden concentrarme en nada más, a duras penas en escribir esto.
Veo que sobrevolamos el Atlántico, y lo haremos por otras cinco horas hasta tomar tierra en Madrid, y una vez allí, la aventura de verdad comenzará. Pienso saborear, recordar, aprovechar y paladear cada minuto, cada encuentro, cada espacio, mientras pienso para mis adentros: “primer tramo, superado; primer año en CA, finiquitado.”




2. ¿Exaltación del espíritu nacionalista?

No sé lo que es, pero me encanta lo que me hace sentir el volver a “casa” cada vez que lo hacemos. Que me perdone Vinh que no lo entiende, con su espíritu universalista, pero no sé cómo explicar que cuando tengo a mi gente alrededor, todo me parece menos malo, más llevadero, mas de verdad, más vivo. Y yo me siento más yo, no tan diluida en un ambiente en el que, aunque por decisión propia, me siento más como una escisión de quién realmente soy.





3. Más reflexiones en el vuelo IB 6274.

(…) Queda más o menos una hora para el aterrizaje. Ya hemos dejado atrás el océano y adelante deben estar mis padres, algo aburridos de dar vueltas los pobres. Pero con retraso y toso, lo hemos logrado, y ya sobrevolamos lo que a mi pobre entender cartográfico debe estar a caballo entre Portugal o Galicia. La entrada a la península pasa sin pena ni gloria, entre carritos de azafatas que se afanan en recogerlo todo, gente que va y viene por el pasillo, a los baños, al “descansillo” improvisado alrededor de ellos donde se sirven un zumito, un poco de agua, un café… Una niña duerme en el suelo, sin entender que el viaje en avión probablemente no era tan divertido como su madre le había hecho creer, y aunque le gusta la idea de ver a sus primitos, a sus abuelos y a sus tíos en España, son demasiadas horas para un premio que ahora le parece tan lejano. Así que ahora que ha despertado, llora, llora, llora y llora, mientras su hermana, de no más de tres años se despereza con los pinrelillos para arriba y ocupa dos asientos.
Igual es mi imaginación o mi optimismo y euforia, pero me parece que en las caras cansadas de la gente translucen sonrisas. Yo la mía la acabo de maquillar usando la pantalla del ordenador a modo de espejo para que mi madre vea lo más cercano a la Susi que despidió en Barajas hace seis meses, casi siete, para ocultar la cara de zombi que tengo pese al rimel, el colorete y la sombra de ojos. Espero que ella también esté borracha de euforia y esos pequeños detalles que el haber dormido cuatro horas aquí y dos horas allá me proporcionan.
Vinh sigue leyendo El País, aprendiendo vocablos como “recobrar”, la infame “Alaurín”, y datos que nos ponen los pelos de punta, como que las hipotecas han vuelto a subir (el pobre euríbor y lo que en su nombre hacen los bancos).
Siento que el avión ya va descendiendo. El ruido de los motores va cambiando, los oídos van haciendo sus cosillas para adaptarse a la presión, la niña sigue llorando sin nada ni nadie que la consuele, y su hermana se le suma en un dúo de lo más lacrimógeno. Olivia y… ¿cómo se llamaba la otra? Al principio del viaje lo sabía.
¡Ya veo el suelo! Veo el árido paisaje que siempre me asusta al llegar, la meseta, veo los molinos de energía eólica, el sopetón, un pueblo perdido en el medio de lo que, desde aquí arriba, parece ninguna parte. Las ventanillas siguen algo congeladas, llevando el hielo de Groenlandia a cuestas. La azafata reparte formularios para los yankees. Yo no lo tengo que rellenar. ¡Ja!
Supongo que en un ratito, como media hora o así, nos pedirán que apaguemos los trastos. No sé si tendré tiempo de escribir mucho en estas vacaciones o no, pero más tarde o más temprano lo haré. Tengo que narrar cómo viven estos días los suegros su estancia en los Madriles y alrededores, y en París, por supuesto.
Menos verde, más aridez, esto ya sí que deben ser los confines de la comunidad. ¡Allá vamos, Madrid!

La casita nueva

Ya estamos instalados en pleno corazón del Downtown de San José, que no es que tenga mucho que ofrecer en sí. Me sigue pareciendo un pueblo fantasma, donde la gente se esconde en sus casas de suburbios cercanos, en sus trabajos que les separan de sus hogares, en los fríos gimnasios, y en los condenados “malls”. Pero yo, como siempre, en mi universo paralelo, en mi “puta burbuja” como diría Sol, así ando, tan feliz como una perdiz, dando paseos por el pueblo (hasta el cine, hasta la tienda, a cotillear el vecindario) y tachando días en mi calendario. Los días que me quedan hasta llegar a Madrid, que no son más que cinco.
Cuando no esté en Madrid, al menos en la casa nueva me podré dedicar a la recolección de pomelos en mi propio jardín, a rastrillar hojas como en los viejos tiempos en la Calle Toledo 34, y con mi nuevo paquete de tv por cable, a ver pelis en español, la liga en Gol TV y docu-TVE.
Mis padres ahora tienen el temor de que con lo bonita que es la casa, eso sea un factor que nos retenga más tiempo aquí en EEUU, pero por mucha casa y mucho jardín que tenga, sigue estando en un pueblo fantasma, y demasiado lejos de Madrid. La disfrutaré mientras esté allí, la haré mi hogar, como siempre lo hago en cada casa en la que he vivido, pero no veo el peligro por ninguna parte.

Adiós Cox

No pensé que me fuera a dar esta pena marcharme, pero así me pasa siempre. Incluso los sitios de los que echo pestes y de los que me quejo son duros de dejar. Como siempre, los niños son más responsables que otra cosa de que me de pena. Ha sido un curso escolar intenso por muchos motivos, y ahora ya sé que no volveré a pasar por Cox Academy. Pero en el fondo, y pasada la pena inicial, me alegro. Me siento muy contenta de lo que dije en la entrevista que nos hicieron a Vinh y a mí al dejar el distrito. Querían feedback, y yo se lo di. No espero que sea un escarmiento, yo no soy quién para escarmentar a nadie, pero sí espero que les ayude a cambiar, a mejorar, a no hacer la vida imposible a los que se quedan allí como nos la han hecho a los que nos vamos. Que siendo rígidos no vamos a ninguna parte en educación. Que no confiando en el saber hacer de los maestros no es sino nocivo en todo el proceso educativo. Que no se puede ser tan arrogante en esta vida, que al final te quedas solito solito.
Adiós a mis niños, a quienes les deseo lo mejor. Adiós a Cox, a quien deseo que sobreviva por el bien de los niños, no por el de sus dirigentes.

El Madrid, campeón de Liga (¡¡¡Y ya van 30!!!) – 17 de junio

30. Número mágico: mis años y el número redondo de ligas que ha conseguido el Real Madrid, distanciándose así aun más del segundo equipo que más ligas tiene, pero que no raya ni la veintena. Y además, Van Nistelroy, Pichichi. ¿Alguien da más?
Había esperado mucho tiempo para poder escribir estas líneas, como lo haría un redactor de MARCA. Y aunque me falta la proximidad de la Cibeles, que queda tan lejos ahora mismo, lo hago con suma emoción y orgullo. Especialmente porque hemos vivido las últimas jornadas de la mano de un culé a más no poder: Mr. López, otro profesor visitante (de Barcelona) que tuvo que permitirnos que viéramos el último partido en su casa, y la celebración que llegó después.
Me pregunto cómo lo habrá vivido mi primo Miguel Ángel, a quien llamé pero no encontré porque estaba, como es lógico siendo socio como es él, en el Bernabéu y sus aledaños.
Desde aquí un suspiro de alivio, pues no las tenía todas conmigo y realmente, cualquier cosa podría haber pasado este fin de semana. Y además del suspiro, un “oe, oe, oe” bufanda en ristra y con la camiseta enfundada. Estaremos impacientes por ver cómo se las apañan este año sin Roberto Carlos, sin Beckham y con Henri y Ronaldinho. Continuará….

miércoles, 1 de agosto de 2007

De padres gatos, hijos michinos

La edad trae achaques, y nadie escapa. No me refiero a las incómodas arrugas que ya empiezan a cercarme los ojos y la boca y que mi madre trata de defender diciendo que son sólo “de expresión”. Esta vez me refiero al nervio femorocutáneo y a una dolencia que me está haciendo sentirme un poco derrotada: meralgia parestésica. Parece la cara amrga de una herencia por parte de padre y madre de la que no me escapo: la mala circulación.
Ahora ya sí que no me queda excusa para no perder peso y hacer ejercicio, ya que es lo que me han prescrito. En fin, espero que Vinh me ayude a ser fuerte y no me deje sucumbir en las cosas que él sucumbe, pero que a él por sus genes asiáticos y años de deporte no parecen afectarle lo más mínimo: comidas copiosas, cenar fuera de casa un mínimo de 3 veces por semana, sedentarismo…
Si la vuelta a Cali se me hace normalmente dura en condiciones “normales” (si es que tales condiciones existen), no quiero oír hablar de cómo de cuesta arriba será este 5 de agosto y los días que se sucedan.