Culo inquieto

Ya han pasado dos años desde que llegamos a California tras un paréntesis de otro año viviendo y trabajando en Madrid. El blog sigue su curso, esta vez más centrado en este "life'changing event" que nos está pasando. Y como siempre (o casi)el blog sigue llegando...¡¡¡EN ESPAÑOL!!! Sumamos y seguimos, y añadimos un nuevo miembro a nuestra familia: Sarita Do-Fernández.

viernes, 14 de diciembre de 2007

Say Cheese (o patata)

Esta es la primera fotillo de baby Sarah o baby David. Se supone que solo tiene 6 semanas, y ni siquiera le hemos visto,pero lo que sí hemos visto es el latido del corazón. Hay una epsecie de círculo en la mancha con forma de judía. Bien, pues debajo de ese círculo, había otro circulito más pequeño, y ese era el latido del corazón. Me han dicho que el dolor de pecho, las náuseas y los granitos son todo excelentes señales de que todo va bien. No sé hasta que punto, pero en fin, tendremos que creer a los médicos.
En fin, que hoy estoy un poco flipada, algo "freaked out" también, pero inspirada, aunque no me puedo creer que estos círculos puedan a llegar algo tan lindo com oun Dieguito, una Laia o un Javier.
Con esta foto, me despido del blog hasta el año que viene. Felices fiestas a todos :-)

jueves, 13 de diciembre de 2007

Qué decir

Todo el mundo me dice que lo escriba todo, que no me pierda ni un sólo momento del embarazo, que siempre lo querré recordar, y probablemente tengan razón, pero no sé por qué, no encuentro la inspiración. Quizá sea por el malestar general que tengo, a lo mejor será por los granos que me adornan la cara como si tuviera 15 años otra vez, puede que por el pánico al parto y a mi vida después de todo lo que se nos viene encima, o tal vez porque estoy inmersa en la vorágine de hacer maletas, limpiar la casa, comprar los últimos regalos de navidad y ultimar las cosas en la escuela para tenerlo todo listo a la vuelta, y todo esto entre náusea y náusea.
Mañana vamos al médico otra vez. Imagino que me harán otro ultrasonido, y quizá mañana encuentre la inspiración de la mano de una mancha en una foto de mi tripa, o del sonido del latir de un mini corazoncito. A lo mejor no vemos ni oimos nada de nada y la inspiración tarda algo más en llegar. Sea como sea, yo no sé muy bien qué decir, pero espero que la parquedad de palabras toque a su fin muy pronto.

martes, 4 de diciembre de 2007

Como los cangrejos

Los cangrejos caminan hacia atrás, como el sistema educativo en España. Me entristece tanto leer estas cosas en el periódico, estas noticias tristes haciendo titulares. ¿Somos demasiado permisivos? ¿Hemos pedido el norte? ¿Qué está pasando? Y sobre todo, ¿por qué?
Cuando llegué a este país todavía podía alardear de la superioridad en educación de España. Ahora mucho me temo que no. Lo he visto en primera persona trabajando tanto aquí como allí, y ya no sé dónde se nos necesita más a los profesores, ni tampoco sé dónde hace más bien, aunque bueno, esto último es casi lo mismo. Estoy tan aturdida, que no sé ni qué decir. Sólo invitar a los valientes a leer la noticia.

lunes, 3 de diciembre de 2007

Campana y se acabó

Las maletas adornan ya, aunque de forma alborotada, la habitación. Los regalos se agolpan a modo de tetris intentando que no quede ningún resquicio en el equipaje de mano.
Los niños están impacientes. Los días en el cole pasan entre ensayos de villancicos, cartas a Santa y una mirada al reloj que le implora que corra más, y al calendario otra de reojo, suplicando que el momento de tachar otro número no se demore demasiado.
Cada año sucede igual. Es la útlima campanada, el coletazo del año que se va para no volver. Un 2007 del que me despido medio despechada, medio agradecida.
Ha sido muy agridulce, y hacer balance no es fácil: alquilar el piso, como el niño que no se quiere tomar la medicina pero que en el fondo sabe que es buena para él. La muerte que lo ha teñido todo en la vida de muchos, pero que promete etapas venideras más alagüeñas. La vida que empieza a crecer dentro de mí. El re-encuentro con la familia. La pena de saber que no volveré a Madrid hasta casi el 2009 tras estas vacaciones. La alegría de volver a San José, y la pena de estar aun en EEUU.


Sólo me queda pedirle al 2008 lo que siempre pido cada final de año: que el que está por entrar no sea peor que el que se va.


Feliz año a todos.