Culo inquieto

Ya han pasado dos años desde que llegamos a California tras un paréntesis de otro año viviendo y trabajando en Madrid. El blog sigue su curso, esta vez más centrado en este "life'changing event" que nos está pasando. Y como siempre (o casi)el blog sigue llegando...¡¡¡EN ESPAÑOL!!! Sumamos y seguimos, y añadimos un nuevo miembro a nuestra familia: Sarita Do-Fernández.

miércoles, 20 de mayo de 2009

Mi Cuerpo Serrano

La prueba del algodón, la indisputable, la que no deja lugar a dudas acerca del estado de mi cuerpo serrano, el de la sombra en la foto: la prueba del bikini.
El domingo pasado una fugaz ola de calor que apenas duró dos días me hizo refugiarme en la piscina, no en la cubierta en esas sesiones en las que voy con Sara y otra decena de mamás y sus bebés, donde la "igualdad de condiciones" nos hace zambullirnos sin inhibiciones, sin miramientos, sin vergüenza. No, el domingo fue en la piscina al aire libre del complejo de apartamentos donde vive una amiga, por cierto, también mamá y de silueta envidiable. Allí no estábamos todos en igualdad de condiciones: había jovencitas bronceadas, mamás cuarentonas (menos mal) y cincuentonas sin más. No quería mirar, no quería compararme, pero no me pude resistir, y con ello no pude evitar pensar por unos segundos que "cualquier tiempo pasado fue mejor". En realidad sé que no es así, que mi presente no lo cambio por ningún pasado, pero tampoco pude evitar echar de menos mi antiguo cuerpo. Es verdad que nunca fui una sílfide precisamente. Medir un metro setenta y tantos centímetros es lo que tiene: ser una chica "grande", aunque no gorda. Ahora estoy en una talla más, una 44 de la que no bajo ni por recomendación, y con una carne que no me parece la mía, en sitios en los que antes no estaba y con una consistencia cuanto menos inquietante. Ya sé que habrá quien diga que exagero, quien diga que estoy bien, igual que los hay que dicen que "estoy bien pero aun no he recuperado la figura". Será cuestión de aceptar que ya no soy lo que era. Entre chapuzón y chapuzón, modelito holgado y modelito más apretado, creo que este verano me tocará hacer ejercicio de auto-aceptación en un intento de asumir no sólo mi papel sino ahora también mi imagen y mi cuerpo de madre.